jueves, 23 de octubre de 2014

Aullidos en el gran azul....

Buenas tardes Patagonia adictos!!

Como bien os dije en la entrada anterior, hoy os escribo desde un lugar mas cálido, Puerto Madryn, donde el mercurio ronda los 25 grados, y su paseo costero es el vivo reflejo de la típica ciudad mediterránea. 

Llegué aquí ayer, a eso de las 17 horas, y entre que busqué alojamiento, me instalé, y merende un poco, casi sin darme cuenta me dieron las 19 de la tarde.

Casi apurado por el avance impasible del tiempo, entro en unas de las múltiples agencias que ofertan el ansiado avistaje de ballenas, para realizarlo hoy jueves, pero me dicen que la previsión del viento es mala, y que es mejor posponerlo para el viernes.

Es mejor asegurarse un buen avistaje, no sea que al dios eolo, aquel que conocí bien hace unos días, le de por soplar de nuevo en mi contra, y me chafe una de las aventuras estrella de este viaje.

Salgo de la agencia y  sin dar siquiera dos pasos, me tropiezo con un centro de buceo, donde se anuncian inmersiones con lobos marinos. Pregunto si se puede relizar mañana, a pesar de las previsiones, y me dicen que no hay ningun problema, que los lobos solo quieren jugar, y no entienden de partes meteorologicos. Contrato la excursión sin pensarlo dos veces, y me dicen que tengo que estar allí a las 7:30  de la mañana, vaya madrugón!!. 

Después de cenar algo ligero , y dar un relajante paseo, me voy temprano a la cama ansioso de que llegue un nuevo día.

Los primeros rayos de sol se han colado entre la persiana haciéndo que el frío sufrido en días anteriores, sea tan solo un vago recuerdo, o la resaca de un mal sueño.

Me he levantado bastante contento ante la jornada que me esperaba, y he acudido puntual a la cita en el centro de buceo.

Allí estaban también para disfrutar de la experiencia, una pareja francesa y otro chico argentino. 

Después de recibir unas breves indicaciones, nos hemos puesto los neoprenos, y hemos subido a la barca para recorrer los 25 minutos de navegación que nos separaban de nuestros juguetones anfitriones.

Según íbamos disminuyendo la velocidad, al llegar cerca de las rocas donde habitan estos lobos marinos hemos visto como comenzaban a lanzarse al agua atraídos por nuestra presencia. Era un espectáculo verlo ya desde la barca, Imaginaos lo que he sentido una vez que me he metido en el agua.

 Decenas de lobos marinos han comenzado a rodearnos, y a pasarnos por debajo curiosos. De vez en cuando alguno te toca con el morro queriendo llamar tu atención, y se postra ante ti para que lo acaricies y juegues con el, como si de un perrito se tratase.

Los 45 minutos que ha durado la inmersión se me han pasado volando, pero me he subido al barco con una satisfacción enorme y una sonrisa de oreja a oreja. 

Ahora solo queda esperar impaciente el día de mañana, que si no lo súpera, seguro que al menos será tan bueno como el de hoy...

Un abrazo en piratas y manga corta!! Agur!!





1 comentario:

  1. Hola viajero, a estas horas estarás intentando avistar ballenas, esperamos que las veas para que puedas cumplir tu sueño. manda fotos para que nosotros también podamos disfrutar. Besitos de tus padres.

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