El poder de la mente

Ayer estaba tan cansado,que me imaginaba la etapa de hoy como una tortura despiadada. Me acosté temprano, a eso de las 22:30, con la idea de empezar a rodar par las 9, en vez de hacerlo casi a las 12 como estos dos días anteriores. Ya en la cama metido, no paraba de darle vueltas al ripio, a las cuestas, y al viento este de las narices,pero al final me dormí con ganas de enfrentarme a la tercera etapa, a pesar de que las piernas me cantaban por bulerías jaja.

Me he levantado a las 8:30, y para sorpresa mía, mis piernas estaban bastante descansadas, quizá será por el ibuprofeno que me tomé en la cena y los estiramientos a conciencia que hice.

He desayunado casi con ansias de montarme en la bici de la mala leche que tenía del día anterior, y para las 9:30 ya estaba rumbo a Trevelin. 

Nada mas salir del pueblo ya ha comenzado el ripio, pero no he tenido la primera cuesta hasta pasados 10km. En el ripio vas temblando todo el rato, pero al final el cuerpo se acostumbra a la vibración. He decidido hacer una pequeña parada cada 15 km con el fin de hacer más llevadera la tortura, y la verdad que el paisaje espectacular una vez más, invitaba a detenerse para inmortalizarlo.

Los siguientes 40 km han sido bastante duros, pero como iba súper tranquilo, y hoy el viento ha estado de mi lado, he llegado al km 60 cansado, pero aun con algunas fuerzas para terminar la etapa, (todavía me quedaban 46 km). 

Ha sido entonces cuando ha ocurrido el milagro de la mañana... Veo que de repente el ripio se vuelve asfalto. Continuo un par de kilómetros más, y me encuentro con un hombre de uniforme que resulta ser un guarda forestal. Le pregunto que cuanto queda hasta Trevelin, y que si queda mucho ripio ( en mis notas, tenia que quedaban otros 30km de ripio), y me dice que asfaltaron hace dos años, y que hasta Trevelin es casi todo bajada!!

Casi le doy un abrazo al guarda! De repente todo el cansancio que tenía se ha quitado de golpe, y me he lanzado hasta Trevelin totalmente satisfecho y motivado. Tanto que los 40 km que me quedaban los he cubierto sin enterarme.

 He llegado a Trevelin a las 15:30, 6 horas después de salir de Cholila. He comido un buen filete, y he encontrado un buen alojamiento con WiFi, desde donde os estoy escribiendo ahora.

Mañana atravesaré el Paso Futaleufu, la frontera con Chile, así que mañana os escribiré desde tierras chilenas. 

Un abrazo a todos, mañana continúa la aventura!! Vamooos!!